Un regalo para mi madre

Por Daniel Rubio
Un regalo para mi madre

Cuando era joven, me parecía que era la madre más hermosa que se podía tener. Tenía unos labios preciosos a pesar de su escasez, pues a duras penas se podían ver, a no ser que se los untara en rojo; grandes ojos negros, con un brillo perdido por el exceso, y una larga melena negra, que parecía un retazo de seda compuesto de hilos sueltos y finos.
            En parte, quiero darle las gracias por no haberme dado la oportunidad de conocer a mi padre, que seguro disfruta de su familia sin acordarse de mí. Por él, tengo hermanos a los que no conozco, aunque tampoco me hace ilusión conocerlos, pues no creo que ellos me hayan buscado. Y esto lo digo por una pequeña experiencia en mis tiempos de orfanato.
            No le daré nunca las gracias por las ocasiones en que la he pillado pinchándose, fumando en base o con el mono; pero sí le daré las gracias por haberme hecho temer las drogas. Y lo hizo enseñándome los efectos nocivos y devastadores que trae su consumo, porque realmente jamás me dijo que eso fuera malo. En la vida se ha molestado en decirme: «Hijo, esto nunca lo hagas» o «Hijo, estudia» o «Hijo, pórtate bien». En definitiva, todas esas cosas que los padres dicen a sus hijos para intentar llevarlos por buen camino.
            Nunca le daré las gracias por sus eternas ausencias, en las que nos dejaba al cuidado de mi abuela, la que hoy por hoy aún me dice de vez en cuando cuánto me quiere; pero que, cuando tenía que mantenerme, me mandaba a la calle para que me buscara la vida. Nunca le daré las gracias por haberme dejado con la única persona que me ha enseñado lo que es pasar hambre; por dejarme con la persona que tenía una pareja asquerosa e inmunda que, de vez en cuando, se desahogaba soltándome alguna que otra paliza. Yo tenía ocho años.
            Le doy las gracias porque un día fue a los Servicios Sociales y se deshizo de mí y mis hermanos, aunque después se arrepintió e intentó llevarnos otra vez con ella. También debería darle las gracias porque, cuando lo intentó, aunque ya no se drogaba, era alcohólica y el juez lo desestimó. Le doy las gracias por haberme traído al mundo con dos dedos de conocimiento para que yo, con doce años, le dijera al juez que prefería el orfanato antes que ir con ella, cuando lo intentó por segunda vez.
            Le doy las gracias porque, cuando me internaron en el orfanato, conocí a una persona muy importante en mi vida, Rosa Tere, la única persona que me mostró el poder del cariño y me ofreció una oportunidad, educándome con mano dura cuando lo merecía y tierna cuando la necesitaba.
            Le agradezco que, gracias a su ineficacia, me adoptara una familia que, a pesar de no haber sabido transmitirme ningún tipo de afecto ni valor, me ha dado la oportunidad de forjarme un futuro, a base de mi esfuerzo y mi trabajo. A ellos les doy las gracias solo por haberme tenido en su casa, pues el amor paternal brilló por su ausencia y en su día hicieron fuerza por que dos hermanos se separaran, movidos por un sentimiento de envidia en cuanto vieron que mi vida comenzaba a ser un éxito personal, pues con diecisiete años comuniqué que me emancipaba y dejé de ser una carga para ellos, hecho que aprovecharon para darme a entender que no iba a llegar a nada en la vida y también para insinuar, con sus extravagantes comentarios, que yo era un desagradecido y que estaba falto de sentimientos. Además, me reprochaban la ropa que me compraban o las comidas que me ponían al día. Nunca me ayudaron en nada, y si lo hicieron alguna vez fue para baldear su conciencia y su imagen. Pero aún así, y por suerte, hoy por hoy, la gente me conoce y sabe quién soy.
A mi madre, de nuevo, le doy las gracias por no haberme dado lo que todo niño necesita: calor. Las galanuras a su comportamiento incívico y exiguo ánimo de pelear por su familia, que no era otra que mi hermano, mi hermana y yo, porque eso fue el sumun, la cima y el azote a lo que hoy por hoy puedo llamar vida. Y le doy las gracias porque, debido a esa mierda de vida que me dio, he conocido a mi verdadera familia: mi mujer, que me ha dejado a sus padres para que fueran míos, los cuales me han querido como a un hijo y que han luchado por que mi mujer y yo salgamos adelante. Y sobre todo, le doy las gracias porque, sin todo ese cúmulo de circunstancias, no hubiese podido vivir el pasaje más feliz y hermoso de mi vida, mi hija, por la que lucharé con todas mis fuerzas y a la que le daré hasta la última gota de amor que no he gastado por no tener a nadie a mi alrededor hasta que conocí a su madre, la dueña de mi vida, mi alma y mi corazón.
Mi madre era una mujer débil, pero, por todo ello, feliz día de la madre.




Comentarios

  1. Muchísimas gracias, poco a poco aprenderé a controlar esto e iré publicando todas mis novedades. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Ese relato es terrible, todos han sido responsables y nadie tiene la culpa. La madre hace lo que puede y escasamente puede mantenerse viva. Los hombres que no lo son engendran un hijo y se marchan. Las mujeres deben gestarlo, parirlo y criarlo. A veces no se puede con tanta responsabilidad. Tiene algo muy importante que agradecer ese hijo a su madre y es que no lo abortara. Si lo llega a hacer no hubiera conocido lo bueno de la vida.

    Te felicito por tu nuevo blog y te animo a que sigas adelante.

    ResponderEliminar
  3. las sensaciones que ha generado en mi facebook y en la Tertulia de escritores en español de José Enrique Expósito.
    Miguel Ángel Sosa Higuera Gracias, Daniel. Respecto a tu texto, detecto el pulso de un escritor de raza, es decir, de los que escriben con las tripas, nada que ver con el 99% de la mierda que se publica hoy día y que quieren que CREAMOS que... es literatura. Me quito el sombrero que no tengo. Devastador, lúcido, implacable. Probablemente la mejor de las escuelas. Me identifico. Un abrazo, Daniel.
    José Enrique Serrano Expósito Bueno... aquí también te queremos, más de uno.
    M.j. Lasala No tengo apenas palabras Daniel...gracias por compartir un escrito tan hermoso y tan cargado de sentimientos. Felicidades por haber encontrado tu sitio y mi enhorabuena por esa mujer y esa hija que te dan tanta felicidad... Un abrazo inmenso!!!
    Aída Albiar García ‎:*** Bravo por ser cómo eres pese a todo lo que te ha tocado sufrir. Por muchísimo menos, hay gente que se ha echado a perder. Me alegro que ahora tengas un buen lugar donde vivir, y gente que te quiera a tu alrededor. Espero disfrutes mucho de tu vida ^^ Hay muchos tipos de monstruos, y no todos están en nuestra cabeza...

    ResponderEliminar
  4. Es una historia triste. Que nos deja una gran enseñanza. Sobre lo dificil, delicada y gran responsabilidad del trabajo de padres, que muchos no asumen. Te felicito, por que esto no te dañó,ni te impidió que te forjaras como un hombre de Bien.

    ResponderEliminar
  5. Holaaaaaaaaaaa!!!! Como te han dicho algunos: Bienvenido a blogger XD
    Te he puesto en mi lista de blog y me he hecho seguidora de tu blog.

    Si quieres alguna vez pasarte por el mío es el siguiente:
    www.lalibreriadelatrinchera.blogspot.com

    Y si tienes alguna dudilla y puedo ayudarte en lo que sea, me das un toque :D

    ResponderEliminar
  6. Bueno, Daniel. Me he quedado sin palabras. Tu vida ha sido muy dura, pero demuestras estar hecho de una pasta especial al haber superado tantos obstáculos. Más de uno se hubiera quedado en el camino.
    Disfruta ahora de lo que tienes: tu mujer y tu hija. Quienes hemos pasado por malas experiencias, somos capaces de encontrar la felicidad en los más nimios detalles: la sonrisa del ser amado; un abrazo; una palabra de ánimo...
    ¡Sigue adelante, campeón!
    Un fuerte abrazo.
    Francisco

    ResponderEliminar
  7. Siempre he sentido una luz que ilumina e invade mi alma al final de un camino escabroso... y cuando miro hacia atrás ahí mismo debo exclamar "qué bueno que fue escabroso porque me dejó sabiduría, más entusiasmo para amar y proclamar paz y, tal como tu lo dices, DANIEL, "sin rencor".......... He tenido una vida maravillosa pero tambien tengo mi historia. Bendiciones!..... RIGO GALINO.

    ResponderEliminar
  8. Muchas gracias Rigo, tu pintura es impresionante, no hay otra palabra para definirla. Un saludo.

    ResponderEliminar
  9. Sinceramente, se me han salido las lagrimas, al final has encontrado la paz con tu mujer y tu hija, y ahora dale a esa nena todo lo que no tuvistes, empezando por un hogar. Lo de la familia que te acogio, no me queda claro, pero como no conosco la historia no voy a opinar, pero ya el hecho de hacerse cargo de un niño que no es tuyo demuestra un amor desinterezado, muchas gracias Daniel porque con tu experiencia hemos aprendido todos, suerte con el blog! y mucha fuerza!

    ResponderEliminar
  10. No puedo más que dejar constancia de mi paso por este texto... y conocer tu vida a través de tus letras, casi un honor en confianza.

    Saludiños, Daniel!

    ResponderEliminar
  11. Glup! Para que veamos...Con los valores tambien se nace, y nos has demostrado que cuando se quiere, se puede elegir, no te has dejado vencer y ahora, tienes tu recompensa, tu propia familia, porque se diga lo que se diga, no hay nada tan importante como eso, una familia!Gracias,otros lo abrian escondido, pero tu valiente lo compartes...y encima, sabes escribir...

    ResponderEliminar
  12. SE QUE TODOS LOS DIAS SERAS MEJOR, ESCRITOR, PAPA ESPOSO Y PERSONA CUATRO PERSONA DISTINTAS , Y UN SOLO HOMBRE,felicitaciones asi se encara la vida real
    yo

    ResponderEliminar
  13. Magnifica carta, se me han puesto los vellos de punta y se me han saltado las lagrimas... es difícil poder expresar todo lo que uno siente con palabras y tu lo has hecho... Tendriamos que seguir tu ejemplo ya que seguro que todos nos guardamos cosas que no somos capaces de decir por temor a que no las entiendan. Gracias!!!

    ResponderEliminar
  14. Desgarrador y precioso, dos adjetivos que pocas veces tienen la suerte de ir juntos. Me quedo con el final de la historia y ese cierre feliz a la tragedia de una vida.
    Un saludo, compañero.

    ResponderEliminar
  15. Muchas gracias Enone. Y muchas gracias a tí también Nerida, aunque un poco tarde.

    ResponderEliminar
  16. Me has dejado sin palabras, una manera excepcional de expresar aquellas cosas que vivimos a diario, un escrito con fuerza, lleno de sentimientos y sensaciones increibles, me ha encantado leerte, un placer poder entrar a ese mundo de emopciones que se hacen inmensas en tus letras.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  17. Daniel igual llego tarde e igual ya no lees las entradas a esta publicaciòn, pero quiero que sepas que me gusta como escribes y como destapa tu vida de una forma sencilla, tan emotiva y ....joder tio esto se avisa, me hiciste emocionar y la vista se me nublò leyendo tu escrito....que cosas pasan... muchas gracias por tu correcciòn de esta mañana y una alegrìa conocer personas como tu.

    un fuerte abrazo

    paco

    ResponderEliminar
  18. Una historia la tuya desgarradora, triste de verdad. Pero mira, veo a través de esa sensibilidad que desborda esta carta, que eres como un árbol majestuoso que ha crecido en medio de muchas tempestades.
    Y creo que tantas adversidades te han hecho una gran persona. Aprovecha y ofrece a tus hijos lo que tú no has tenido. Este es el momento de dar. Un placer leerte.

    ResponderEliminar
  19. Gracias Ángela, sin duda todos vuestros comentarios ayudan a que siga creciendo como persona y en otros aspectos que jamas creí que podría desarrollarme.

    Un abrazo y gracias por quedarte.

    ResponderEliminar
  20. Tu historia es muy fuerte y triste, pero con un hermoso final a tanta infelicidad.
    Muy bonito tu renacer, te has construido desde el interior y has sabido labrarte ese futuro que te vaticinaron nefasto, con un hermoso comienzo de lo que es tu auténtica vida, la de ahora, la que te pertenece, la anterior, pertenecía a otras personas incapaces de saber llevar la tuya ni la propia.
    Me ha gustado especialmente la parte que dices _( he conocido a mi verdadera familia: mi mujer, que me ha dejado a sus padres para que fueran míos, los cuales me han querido como a un hijo y que han luchado por que mi mujer y yo salgamos adelante)_ ese agradecimiento y valor que le das a las cosas.
    ¡Mucha suerte en la vida!

    ResponderEliminar
  21. Daniel... me quebraste con este hermoso relato. Sólo sé, que nosotros somos el producto de cómo nos trataron en nuestra niñez.
    Te deseo lo más lindo de la vida y que grato es saber que en parte, lo haz conseguido, con la maravillosa esposa que tienes y también con tu bella hijita.
    Un abrazote desde el Perú!

    www.nurinotas.com

    ResponderEliminar
  22. Daniel, pensaba encontrarme con otro tipo de regalo, la verdad...
    Entiendo por lo que pasan tantos y tantos niños; un sufrimiento continúo porque la que más debiera hacer por ellos está "a otras cosas".
    No sé si es autobiografía o no, tampoco importa, pero noto dolor curado y mucho amor y creo que el personaje del relato se ha convertido en un HOMBRE fuerte que sabe lo que quiere y luchará con uñas y dientes por su familia.
    El texto, es una pasada de bueno...
    En cada párrafo, un agradecimiento por algo que debiera ser un reproche.
    Me has puesto los pelos de punta y me gusta mucho tu estilo en la narrativa. Lo haces sencillo y claro. Atrapas con una prosa atrayente y a mí, me encantaste.

    Espero que la crítica te sirva para seguir contando historias y yo volveré a venir para seguir leyendo.

    Besos.

    ResponderEliminar
  23. Solo puedo que daros las gracias por vuestras aportaciones y comentarios, que dicho sea de paso, me han vuelto a emocionar después de un tiempo. Gracias.

    ResponderEliminar
  24. Madre mia tengo tantas cosas que decirte que no se ni que decirte... Tengo ganas de llorar pero no lo estoy haciendo... Solo decirte que doy gracias a Dios por haberte creado como eres... Fuerte, con cabeza, lo mas normal es que hubieras actuado de otra forma... Pero no tu con la cabeza bien alta, has creado una familia y a seguir adelante y olvidar todo eso... Estoy pensado si crear la entrada que tengo guardada quería hacerlo mas adelante porque ahora estoy muy positiva pero no se igual al leer esto llego mi momento... Y unirme a ti... Bueno ya veré si eso te aviso... Muackkkk cielo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Me gustaría saber qué opinas de mi texto, comenta.

Entradas populares de este blog

Selección natural

No quiero perder más

El ladrón de almas