Mensaje en una botella: Estanislao.
Primera parte, La llegada. Segunda parte, La cola. Tercera, Estanislao. Por Daniel Rubio Mensaje en una botella: Estanislao. Mientras avanzaba al trote, rodeado de mujeres, niños y ancianos, Estanislao lanzaba de vez en cuando una mirada hacia atrás con la esperanza de ver qué sucedía con el joven Christophe; pero la oscuridad y la ventisca, a la que se unían tímidos copos de nieve que caían, se lo impedían. —¿Alguien sabe adónde vamos? —preguntó. —Van a desinfectarnos —contestó un anciano. Estanislao contemplaba nervioso cuanto le rodeaba. Sin embargo, por un instante, pensó que todo era una broma macabra. No veía necesario la forma en que los militares escoltaban al numeroso grupo. ¿Qué iban a hacer un puñado de niños, mujeres y ancianos? Nada. Eso le hizo ponerse en guardia y, sin darse cuenta, aminoró la marcha. Poco a poco se iba quedando rezagado del grupo, parecía estar flotando en una nube, por todo lo que le pasaba por la cabeza mientras recordaba aque...